Durante su participación en la segunda sesión de la reunión de ministros de Agricultura del G-20, que se ha celebrado en Cuiabá (Brasil), el ministro de Agricultura, Luis Planas, destacó que las nuevas tecnologías y la innovación son fundamentales para la agricultura del siglo XXI. Subrayó la importancia de implementar estas herramientas en la agricultura familiar y profesional para hacerla más eficiente, sostenible y rentable. Además, enfatizó que estas tecnologías ayudarán a transformar los sistemas alimentarios para que sean más justos y sostenibles, contribuyendo al uso eficiente de recursos como el agua y el suelo. La agricultura debe ser, según Planas, una parte de la solución a los desafíos globales, no un problema.
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En los últimos años, el sector agrícola ha sido testigo de un cambio significativo en la manera en que se concibe como inversión financiera. Aunque tradicionalmente ciertos tipos de modelos de negocio siempre se han explotado desde un punto de vista financiero, muchas veces la agricultura era percibida como un sector de bajo rendimiento y alta exposición a riesgos climáticos. Sin embargo, hoy, los grandes capitales están redirigiendo su atención hacia este ámbito, motivados por la combinación de innovación tecnológica y la creciente demanda de una producción más eficiente y sostenible.
La reciente noticia del lanzamiento de Atgro, una plataforma de inversión creada por Atitlan y el banco Santander para inyectar más de 500 millones de euros en proyectos agrícolas, es un ejemplo claro de esta tendencia. Con una inversión inicial de 200 millones por parte de Santander y 50 millones de Atitlan, esta alianza tiene como objetivo expandir las operaciones en Europa, América, África y Asia, buscando maximizar el rendimiento de cultivos con alto valor añadido.
Inversión en proyectos agrícolas de alto valor y sostenibilidad
Atgro no solo refleja una apuesta por el crecimiento del sector agrícola en términos convencionales, sino que también pone el foco en los llamados “superalimentos” y en un modelo de producción sostenible. Esta visión moderna de la agricultura, que prioriza la eficiencia en el uso de recursos, la reducción del impacto ambiental y la adopción de tecnologías avanzadas, está alineada con las necesidades de un mundo que enfrenta desafíos como el cambio climático y el aumento de la población.
Los inversores están buscando no solo obtener rentabilidad, sino también contribuir a una transformación del sector que garantice la viabilidad a largo plazo de la agricultura. La clave está en la aplicación de nuevas tecnologías, como el uso de sensores para la monitorización de cultivos, drones para la gestión de recursos, inteligencia artificial para optimizar la toma de decisiones y prácticas de agricultura de precisión, que permiten maximizar los rendimientos mientras se minimizan los desperdicios.
El respaldo financiero que representa Atgro también es indicativo de una mayor confianza en la capacidad de la agricultura moderna para generar beneficios significativos. El hecho de que Santander, uno de los principales bancos a nivel global, se involucre en este tipo de iniciativas refleja un cambio profundo en la percepción del sector agrícola. Lejos de ser visto como un ámbito de bajo margen y alta volatilidad, la agricultura está siendo revalorizada como una oportunidad de inversión rentable y sostenible.
Agricultura 4.0: El futuro de la producción alimentaria
La incursión de capitales en proyectos agrícolas basados en la innovación tecnológica responde a lo que algunos expertos llaman la "Agricultura 4.0". Este concepto engloba la adopción de tecnologías digitales y biotecnología para optimizar el rendimiento de las explotaciones agrícolas. En el caso de Atgro, la plataforma ya cuenta con proyectos como la gestión de 3.000 hectáreas de pistachos y 5.000 hectáreas de uva. Estas inversiones están basadas en la implementación de modelos avanzados de gestión agronómica que permiten un control exhaustivo del proceso productivo y una mejora en la calidad de los productos finales.
El papel del capital en la transformación del sector agrícola
La entrada de capitales como el de Atitlan y Santander a través de Atgro no es un caso aislado. Fondos de inversión, bancos y grandes grupos financieros están detectando en el sector agrícola una oportunidad única para diversificar sus carteras, en un contexto donde las inversiones en energías renovables, tecnología o bienes raíces ya han alcanzado una madurez considerable. La agricultura, por el contrario, está en una etapa incipiente de transformación, lo que abre un abanico de posibilidades para quienes apuesten por ella de manera estratégica.
Lo que diferencia esta nueva ola de inversión en agricultura es el enfoque en la sostenibilidad y la innovación tecnológica. Las empresas que liderarán el futuro del sector serán aquellas que, como Elaia (la filial de Atitlan que gestionará los proyectos de Atgro), estén dispuestas a transformar radicalmente la forma en que se producen los alimentos, utilizando menos agua, reduciendo el uso de fertilizantes químicos, y adoptando prácticas más respetuosas con el medio ambiente.
Conclusión: Una nueva era para la agricultura global
El lanzamiento de Atgro por parte de Santander y Atitlan es solo una muestra más de cómo el capital financiero está redirigiéndose hacia la agricultura, pero no hacia cualquier tipo de agricultura. Los inversores están buscando proyectos que apuesten por la innovación, la tecnología y la sostenibilidad. En un contexto global donde los recursos naturales son cada vez más escasos y la demanda de alimentos sigue creciendo, la agricultura tiene el potencial de convertirse en uno de los sectores más atractivos en los próximos años.
Este movimiento puede ser clave para garantizar la seguridad alimentaria mundial, preservando los recursos naturales y contribuyendo a la lucha contra el cambio climático. Estamos entrando en una nueva era en la que la agricultura y la tecnología irán de la mano, y donde el capital será uno de los motores destacados para impulsar la innovación y la sostenibilidad en el sector.
El número de verano de la revista "Savia Rural", editada por la RedPAC, destaca en uno de sus artículos de portada la iniciativa AgroInnpulso, una línea de financiación para pequeñas y medianas empresas que tengan proyectos de innovación en cualquier punto de la cadena agroalimentaria.
Desde la Plataforma de Asesores AKIS recomendamos este artículo, muy interesante para aquellas iniciativas nuevas en el ámbito de la innovación agroalimentaria. Además de las claves para acceder a dicha financiación, el artículo incluye varios casos de éxito.
Anunciado por la Presidenta de la Comisión Europea en su discurso sobre el Estado de la Unión del 13 de septiembre de 2023 y lanzado en enero de 2024, el Diálogo Estratégico sobre el Futuro de la Agricultura de la UE reunió a 29 actores clave de los sectores agroalimentarios europeos, la sociedad civil, las comunidades rurales y el mundo académico para alcanzar un entendimiento común sobre el desarrollo de un área central de la vida y la economía europea en un nuevo formato de discurso político. El pasado 4 de septiembre, el presidente del grupo, Peter Strohschneider, presentó el informe final en un documento que, bajo el título “Una perspectiva compartida para la agricultura y la alimentación en Europa”, ofrece un análisis de los desafíos y oportunidades, acompañado de varias sugerencias.
Los miembros del grupo de Diálogo Estratégico buscaron un consenso conceptual que abra nuevas perspectivas para la agricultura, la alimentación y las áreas rurales en el continente, redactando un conjunto de principios políticos y recomendaciones. Consideraron la diversidad y complejidad de los sistemas agroalimentarios (que incluyen todos los actores económicos y de la sociedad civil, desde la producción primaria hasta el consumo y el reciclaje de desechos). El informe final del Diálogo Estratégico sirve como orientación para crear sistemas agroalimentarios responsables socialmente, rentables económicamente y sostenibles medioambientalmente. Está dirigido a las instituciones europeas, en particular a la Comisión Europea, y a los Estados miembros.
El Diálogo surge en un momento de transformaciones sociales significativas que también afectan a los sistemas agroalimentarios, que están bajo la presión de la crisis climática, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. Además, las tensiones políticas y económicas globales han agravado los desafíos que enfrentan las sociedades europeas, incluidos los agricultores y los actores del sector agroalimentario. Por tanto, se requieren acciones decisivas para enfrentar estos desafíos y diseñar una transición hacia sistemas agroalimentarios más resilientes, sostenibles, competitivos y justos.
El futuro de la agricultura en la UE
El Diálogo Estratégico reconoce que la transición inevitablemente implica intereses en conflicto y compensaciones complejas que solo pueden resolverse mediante el compromiso. Propone diez principios políticos clave para guiar esta transición, entre los que destacan la necesidad urgente de cambio, la importancia de la cooperación a lo largo de la cadena de valor alimentaria, y el rol estratégico de la producción agrícola y alimentaria en el contexto geopolítico actual. También resalta la importancia de los jóvenes en la agricultura y la diversidad de los sistemas alimentarios europeos como activos clave. Subraya que la sostenibilidad económica, medioambiental y social son interdependientes y que los mercados deben fomentar la creación de valor sostenible. Además, destaca la necesidad de aprovechar la tecnología y la innovación para lograr sistemas agroalimentarios más sostenibles, junto con la adopción de dietas saludables y equilibradas. Finalmente, enfatiza que mantener zonas rurales atractivas es esencial para la seguridad alimentaria, el futuro de la sociedad y la democracia.
Un sistema agroalimentario más cooperativo y participativo en la UE
Este Diálogo establece una base sólida para una nueva cultura de cooperación y participación, con el objetivo común de un futuro agroalimentario más sostenible y resiliente en Europa.
Principales recomendaciones del grupo de trabajo del Diálogo Estratégico sobre el Futuro de la Agricultura de la UE
Entre las principales recomendaciones se incluyen:
- Fortalecer la posición de los agricultores en la cadena de valor: Fomentando la cooperación para reducir costos, aumentar la eficiencia y mejorar los ingresos.
- Implementar un nuevo enfoque para lograr la sostenibilidad: A través de un sistema de evaluación de sostenibilidad armonizado en toda la UE.
- Reformar la Política Agrícola Común (PAC): Para que sea adecuada para los retos futuros, enfocándose en apoyar a los agricultores que más lo necesitan.
- Financiar la transición: Movilizando capital público y privado, incluyendo un Fondo de Transición Justa.
- Promoción de la sostenibilidad y la competitividad en la política comercial: La Comisión Europea debe revisar sus estrategias de negociación agrícola. Se requiere un liderazgo firme en la reforma del marco comercial global.
- Facilitar la elección de alimentos saludables y sostenibles: La UE debe promover entornos alimentarios que fomenten dietas saludables y sostenibles, reequilibrando el consumo hacia proteínas vegetales.
- Mejorar las prácticas agrícolas sostenibles: Es crucial adoptar medidas urgentes para garantizar que la agricultura respete los límites planetarios, apoyando la producción orgánica y prácticas agroecológicas, reduciendo insumos como fertilizantes minerales y pesticidas. Se propone crear un fondo para restaurar hábitats naturales.
- Reducción de las emisiones de GEI en la agricultura: La UE debe implementar políticas para reducir las emisiones agrícolas, con incentivos y regulaciones claras. Se sugiere evaluar la viabilidad de un sistema de comercio de derechos de emisión en el sector.
- Crear vías para una ganadería sostenible en la UE: La UE debería desarrollar una estrategia para la ganadería basada en ciencia sólida, apoyando soluciones tecnológicas y promoviendo la economía circular.
- Preservar y gestionar mejor las tierras agrícolas: La UE debería establecer un objetivo de "cero ocupación neta de tierras" para 2050, facilitar la adaptación agrícola al cambio climático y promover la innovación en fitomejoramiento para enfrentar condiciones difíciles.
- Gestión de riesgos y crisis en la agricultura: Es necesario mejorar la gestión de riesgos en las explotaciones mediante políticas coherentes y acceso a seguros agrícolas, además de reformar la reserva agrícola para manejar mejor crisis catastróficas.
- Crear un sector agrícola atractivo y diverso: Se debe promover el relevo generacional en el sector agroalimentario con apoyo financiero y educación. Mejorar las condiciones laborales y abordar la desigualdad de género son fundamentales para atraer nuevos trabajadores.
- Mejor acceso y uso del conocimiento y la innovación: La innovación es clave para la transición agroalimentaria. Es esencial facilitar el acceso al conocimiento, fomentar asociaciones público-privadas e impulsar la digitalización y la innovación social en el sector.
Cambio de gobernanza y cooperación: Se propone un nuevo Consejo Europeo de Agroalimentación para coordinar políticas sostenibles en el sector, reduciendo la burocracia.
INFORME COMPLETO (en inglés)