El afinado constituye la etapa final de elaboración de un queso madurado, teniendo lugar tras las fases previas de cuajado, moldeado, desuerado y salado. Durante la maduración, se producen una serie de reacciones bioquímicas complejas que permiten el desarrollo de la textura, el aroma y sabor característico de cada tipología de queso. El proceso de afinado puede prolongarse desde unos días a meses, e incluso años; llevado a cabo de una forma correcta, permitirá la obtención de un producto diferenciado y de máxima calidad sensorial.