SOLARWINE pone en marcha dos plantas piloto que combinan energía solar y viticultura inteligente
Descripción
El Grupo Operativo SOLARWINE ha completado la instalación de dos plataformas piloto agrovoltaicas, con una superficie total cercana a los 2.000 m², para estudiar la integración entre energía fotovoltaica y viticultura 4.0. Su objetivo es analizar la viabilidad técnica y económica de este modelo mixto, evaluando sus efectos sobre el microclima, la productividad y la resiliencia del viñedo frente al cambio climático.
La primera instalación se ubica en el viñedo ecológico Mas Rabell de Familia Torres (Sant Martí Sarroca, Penedès), con 1.000 m² de superficie. La segunda, de algo más de 900 m², se sitúa sobre los viñedos ecológicos de Huerto Tornasol en Fuentealbilla (Albacete), con variedad Bobal. Ambas zonas, con condiciones climáticas distintas, permitirán comparar resultados y reforzar el carácter interregional e innovador del proyecto.
Tecnologías pioneras y datos en tiempo real
Cada planta cuenta con una estructura de paneles solares elevados a cinco metros, que posibilita el paso de maquinaria y la automatización de la vendimia, junto con la instalación de módulos opacos y semitransparentes bifaciales para estudiar diferentes grados de sombreado. Además, los sistemas están equipados con sensores climáticos y edáficos que monitorizan en tiempo real el rendimiento agronómico y energético, facilitando decisiones de manejo más precisas y sostenibles.
Un proyecto colaborativo y estratégico
Con un presupuesto total de 706.696,55 € y una financiación de 599.938,89 €, SOLARWINE se desarrolla en el marco del Plan Estratégico de la PAC 2023-2027, cofinanciado por el MAPA y el FEADER.
El proyecto está liderado por INNOVI, con la participación de Familia Torres, Huerto Tornasol y el Clúster de la Energía de la Comunitat Valenciana (CECV). También colaboran INDEREN, Plataforma Tecnológica del Vino (PTV), Gala Media, el INCAVI y Ártica+i, como oficina técnica.
SOLARWINE avanza así hacia una viticultura más eficiente, resiliente y baja en carbono, donde la energía solar se convierte en aliada del futuro del viñedo.
